La labor de un gerente es tan diversa como compleja. Su afinidad con el arte, la gastronomía, la enología y el diseño deben estar presentes. La vocación hacia el servicio, las relaciones públicas y la administración también son fundamentales; pero lo que verdaderamente impulsa y da fuerzas para enfrentar las extensas jornadas de trabajo es la pasión y el amor por este trabajo, condiciones que no sólo lo harán convertirse en un gran gerente sino en el forjador de un sector más profesional. Estar pendiente del cumpleaños de cada uno de sus empleados es tan importante como celebrar el de su mejor cliente, comunicarse con su grupo de trabajo debe ser tan necesario como conocer cada una de las expectativas de sus comensales, incluso estar pendiente de que la materia prima llegue fresca es igual de importante a que el plan de mercadeo funcione.
Revista LA BARRA
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